La vivienda formaba parte de un edificio con protección 2 (Protección integral).
A causas de una obra anterior se hubo que reforzar la estructura del piso superior y parte del propio, dado que se produjo un descenso del piso superior al demoler los tabiques, que no debían ser estructurales. También se reforzó la viguería del alfarje (forjado de madera, tablas y relleno de tierra apisonada) que presentaba una flecha histórica consolidada con el sistema Beta que se trata de reforzar con epóxidos y armadura de fibra de carbono de manera que actúen solidariamente con la madera existente. También se reforzaron los apoyos del alfarje en el muro de carga y se actuó, por debajo, para estabilizar el forjado de techo mediante una estructura metálica que actuase conjuntamente con la de madera existente.
La obra implicó el levantado de toda la solería existente, eliminación de la terminación de todos los acabados interiores de las paredes, de manera que se entresacó a la vista todo el sistema constructivo del inmueble, que estaba formado por elementos de fábrica de ladrillo y muros de tapial. También se sustituyeron todas las carpinterías existentes dado que presentaban un deterioro no recuperable.